¿Para qué sirve realmente la ética? de Adela Cortina
No en todos los lugares de la tierra es posible ejercer este derecho a la participación, y es urgente defenderlo, porque no es lícito robar a las personas la posibilidad de tomar parte en las decisiones públicas, la posibilidad de influir en las decisiones que se toman en la vida compartida. No es legítimo hacer la vida común a sus espaldas.
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