Helena de Esparta de Loreta Minutilli
Cuando repaso mi vida y mis inclinaciones personales, me doy cuenta de que nunca me gustó la idea de ligar indisolubelmente mi existencia a la de otra persona, ya fuese un marido, un hijo o incluso un dios. Siempre he tratado de eludir los vínculos, o de atenuarlos lo más posible. Intentos vanos y ridiculos: en mi mundo no había modo de vivir como yo habría querido
|