La Cueva: 1 de Rafael Doreste Miranda
Prefería no depender del autocontrol y la fortaleza de otros para seguir adelante o retroceder. Caminar solo era su elección, sufrir en soledad. Vivir como resultado de sus actos y de sus errores, de sus decisiones meditadas y calculadas. Sobrevivir sin volverse loco enfrentándose a lo oculto, a aquello que desata el temor más visceral que yace en la propia naturaleza humana, requería mucho control.
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