Los senderos del mar. Un viaje a pie de María Belmonte Barrenechea
Aunque tendemos a pensar que el paisaje nos afecta más cuando estamos inmersos en él, cuando podemos verlo y tocarlo, también están los que permanecen en nuestra memoria y perduran en nosotros por muy lejos que nos encontremos de ellos. Estos son quizá, los paisajes en los que realmente habitamos y en los que incluso podemos llegar a encontrar consuelo en momentos de aflicción, por muy deformados que estén por el tiempo y desgastados por la distancia.
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