Hombres malos de Luis Aleixandre Gimenez
El que sí que ejercía sus dominios en la finca era el tiempo, que, inexorable y fiel a su precisión, no permitió la pérdida ni de un miserable segundo.
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Hombres malos de Luis Aleixandre Gimenez
El que sí que ejercía sus dominios en la finca era el tiempo, que, inexorable y fiel a su precisión, no permitió la pérdida ni de un miserable segundo.
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