Manténgase lejos de los tibios de Juan Manuel Roca
El hombre que un día se despierta y encuentra que su casa es un vacío, el que ha vuelto a ser agricultor sin tierra, un príncipe de sí mismo convertido en batracio, la viuda abrazada a la sombra de una fuga, son obligados a entrar a su nave de rodillas, feligreses de su obediencia. La avaricia, esa lepra del alma. |