Nadie debería matar en otoño de José Luis Ibáñez
Para tratarse de teóricos enemigos del orden establecido, los anarcosindicalistas tenían perfectamente organizado todo aquel jaleo. —Los socialistas boicotean a los anarquistas, los anarquistas a los socialistas y ambos a los de Esquerra y viceversa —concluyó—. Forma parte de nuestra forma secular de entender la vida pública: o conmigo o contra mí. |