Immaturi: Los Inocentes de Javier Pérez Campos
Preguntó si realmente estaba muerta. Se lo confirmaron y dijo a sus ayudantes: —¿Cuántos enfermos quedan por operar? —Veinticinco —contestó uno de ellos. —Pues sigamos. Llevad a mi hija a casa, acostarla en su camita y ahora iré a darle el último beso |