R y Julie de Isaac Marion
Hay cientos de nosotros viviendo en un aeropuerto abandonado en las afueras de una gran ciudad. Evidentemente no necesitamos cobijo ni calor, pero nos gusta tener paredes y un techo sobre la cabeza. De lo contrario, estaríamos deambulando en algún descampado, y eso sería terrible. No tener nada alrededor, nada que tocar ni mirar, sin restricciones en absoluto, solo nosotros y la boca abierta del cielo. Me imagino que estar totalmente muerto es así. Un vacío vasto y absoluto.
|