Nos encontramos con Kiuchi, un joven que necesita urgentemente un sitio donde quedarse a dormir y se queda con Nakajo, un chico que trabaja en el bar donde va frecuentemente. La relación entre ambos digamos que es algo… aleatoria. No se conocen demasiado, más allá de las veces que va al bar. Pero gracias a la convivencia, se irán abriendo el uno con el otro, contándose parte de sus secretos y los motivos por los cuales tienen su forma de ser. Ambos cargan con pesadas mochilas a su espalda, así que tendrán que ir encontrando la forma de hacerles frente. Nakajo comienza a tener dudas respecto a lo que siente por su nuevo compañero de piso y, con el hecho de que Kiuchi necesite dormir con otra persona para conciliar el sueño, no se lo está poniendo nada fácil. He disfrutado mucho de sus páginas, el dibujo es muy hermoso y me gusta mucho el mensaje que transmite, aunque quizás me habría gustado más si hubiese estado un poco más representado en el primer tomo. Os lo recomiendo mucho + Leer más |