Los años rotos de Emir Andrés Ibañez
Hoy en día, cuando siento que las presiones y el estrés laboral me agotan el cerebro, dejo todo lo que estoy haciendo, por más importante que sea, y me siento media hora en el patio sin más compañía que la de Nelly —mi perra—, rememorando aquellos años y esas costumbres tan “de pueblo” de las que no me puedo desprender.
|