Regreso a Howards End de E. M. Forster
La conversación inteligente le asustaba y difuminaba su delicada imagen; los interlocutores eran como un automóvil, todo traqueteo; ella, en cambio, era una brizna de trigo, una flor.
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Regreso a Howards End de E. M. Forster
La conversación inteligente le asustaba y difuminaba su delicada imagen; los interlocutores eran como un automóvil, todo traqueteo; ella, en cambio, era una brizna de trigo, una flor.
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