Las aristas de la muerte de Aitor Castrillo Mazagatos
Mi chasis era un cuerpo musculado preparado para sacudir y encajar. Mi motor era un corazón que no era capaz de olvidar ni perdonar. Y mi gasolina era la ira.
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Las aristas de la muerte de Aitor Castrillo Mazagatos
Mi chasis era un cuerpo musculado preparado para sacudir y encajar. Mi motor era un corazón que no era capaz de olvidar ni perdonar. Y mi gasolina era la ira.
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