Aitor Castrillo Mazagatos
La vida, en cambio, es redondeada, con continuas curvas que nos lanzan arriba y abajo en función de muchos factores. Saber disfrutar de los buenos momentos y aprender a esperar con paciencia en los malos es la receta que tratamos de seguir para abrazar ese sentimiento tan escurridizo que es la felicidad.
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