Cuentos fantásticos de AA.VV.
Se inclinó hacia mí y, cuando su cara hubo tocado la mía, apenas pude distinguir si estaba húmeda por mis lágrimas o por las suyas.
|
Cuentos fantásticos de AA.VV.
Se inclinó hacia mí y, cuando su cara hubo tocado la mía, apenas pude distinguir si estaba húmeda por mis lágrimas o por las suyas.
|