Todo lo que sé sobre el amor de Dolly Alderton
Creo que, tenga la edad que tenga, siempre querré más tiempo.
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Todo lo que sé sobre el amor de Dolly Alderton
Creo que, tenga la edad que tenga, siempre querré más tiempo.
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Todo lo que sé sobre el amor de Dolly Alderton
Eso era lo que yo siempre había querido. Buen humor y buenas amigas. Sabiduría y humildad.
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Todo lo que sé sobre el amor de Dolly Alderton
El peligro de que una persona como tú haga terapia es que pareces lista-me dijo-. Comprenderás toda la teoría muy fácilmente. Podrás hablar de ti misma muy académicamente, pero, en realidad, toda esa cháchara solo te hará avanzar hasta cierto punto. Tienes que sentir ese cambio en tu interior.
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Todo lo que sé sobre el amor de Dolly Alderton
—¿Esto es todo? —nos preguntó vociferando en la oscuridad de la noche—. ¿Esto es todo lo que es la vida? —¿Qué es todo lo que es la vida? —le preguntó Margaret con ternura rodeándola con un brazo. —Joder... Tottenham Court Road y comprar mierdas en Amazon —contestó. |
Todo lo que sé sobre el amor de Dolly Alderton
Siempre lloraré la pérdida de la sensación de ser adolescente y veinteañera y tener a mi disposición infinitos minutos vacíos, días ilimitados por delante. Creo que, tenga la edad que tenga, siempre querré más tiempo.
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Todo lo que sé sobre el amor de Dolly Alderton
Vas a tener que hacer una elección vital entre las uñas de gel y tocar la guitarra. Ninguna mujer puede tener las dos cosas.
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Todo lo que sé sobre el amor de Dolly Alderton
Cuando era universitaria, también bebía por la misma razón que bebía sola a los catorce: echarle alcohol a mi cerebro era como echarle agua al zumo de limón. Todo se diluía y se suavizaba.
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Todo lo que sé sobre el amor de Dolly Alderton
Hace falta un pueblo entero para curar un corazón roto
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Todo lo que sé sobre el amor de Dolly Alderton
Madurar supone ganar autoconsciencia, y la autoconsciencia deja completamente fuera de juego a cualquiera que ostenta el título de juerguista.
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Fantasmas: El amor en los tiempos del ghosting de Dolly Alderton
Mi soledad era igual que una piedra preciosa. En general, era brillante y resplandeciente, algo que llevaba con orgullo…Pero, en la parte de debajo de aquel diamante de soledad, había una punta afilada que a veces me hacía daño en las manos y que hacía que pareciera un bien peligroso más que uno preciado
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¿Cómo se llama el presentador de Los Juegos del Hambre?