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Así, compongo poesías. Como las polillas que se arremolinan en torno a una luz, engañado por la imagen ilusoria de una emoción resplandeciente y misteriosa, intento rozar la esencia de una realidad invisible y agito en vano mis quebradizas alas color bizcocho. Soy un desdichado infante fantasioso, cuyo destino es tan trágico como el de las polillas.

Si lo piensas bien, todas las cosas de este mundo se encuentran en la frontera entre lo necesario y lo innecesario. Tal vez los mismos seres humanos lleguen a encontrarse algún día en esa frontera. El mundo en el que vivimos es así de irresponsable.

Para mí la poesía no es más que "un triste consuelo".

Es la voz de una garza real que canta en las ciénagas de la vida, el sonido del viento que susurra entre las cañas en una noche de luna.

En este mundo hay muchas crueldades, pero también mucha belleza que las compensa.

Los regalos en sí no tendrían sentido sin el tiempo que dedicamos a buscarlos, imaginando la satisfacción de su destinatario.

La mayor parte de las cosas importantes comprendemos que lo son después de perderlas.

Vivir por vivir no tiene sentido. El sentido radica en cómo vives.

Liz Buxbaum siempre había sido mi secreto. [...] El tesoro escondido a simple vista, la fortuna de toda una vida que de alguna manera solo era visible para mí.

—Solo faltan, como, 17 horas para que me recojas.

—ESO ES UNA ETERNIDAD.

—¿No puedes esperarme 17 horas?

—Buxbaum, he esperado toda mi vida por ti.

Me gustan muchas cosas, pero no AMO ninguna. Da miedo, ¿sabes? Preocuparme de que pueda comprometerme con algo porque tengo que hacerlo, pero no porque me guste.

El tiempo es algo tan precioso. Cómo lo gastas, cómo lo desperdicias, y se vuelve aún más valioso a medida que se acaba el reloj de arena, porque nunca obtendrás más.

En un mundo caótico, adquirir libros es un acto de equilibrio al filo del abismo.

Asume la responsabilidad de tu propia infelicidad, Holly. Si no amas tu vida, cámbiala.

La pasión del coleccionismo de libros se parece a la del viajero. Toda biblioteca es un viaje; todo libro es un pasaporte sin caducidad.

¡Una melancolía sensorial! De nuevo, se trata de una emoción que pertenece a mi temperamento desde antiguo. Como una arbolada de cerezos bajo el sol de primavera o como el olor de los crisantemos en vinagre, contituye algo incomparablemente deprimente y lúgubre hasta el límite.

—¿Cómo es posible que me gustes tanto cuando eres un auténtico grano en el trasero?

—Supongo que porque eres un poco masoquista.

Cada vez que escribo algo nuevo siento lo que solo puede calificarse como una oleada de emoción (...) mientras intento encajar todas las piezas, me siento llena de vida, vibrante y repleta de una energia eléctrica indescriptible.

Mis emociones no son algo que pertenezca a la categoría de las pasiones. Más bien, son la nostalgia de un alma tranquila, el reverberar de una flauta travesera que se escucha en una noche de primavera.

No tiene que haber un ganador y un perdedor. Lo importante es tener en cuenta los sentimientos de la otra persona. Tenerlos en cuenta es más importante que querer llevar la razón.

A avoa cimentaba que nunca tivera que aturar home ningún, que, malia a miseria, fixera o que lle petara e iso era o que máis quixera a avoa na vida