Una mano quemada es el mejor maestro. Luego cualquier advertencia sobre el fuego llega derecho al corazón.
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Una mano quemada es el mejor maestro. Luego cualquier advertencia sobre el fuego llega derecho al corazón.
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Yo no amo la espada porque tiene filo, ni la flecha porque vuela, ni al guerrero porque ha ganado la gloria. Sólo amo lo que ellos defienden
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Las palabras hermosas esconden a veces un corazón infame.
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¡A Isengard! Aunque Isengard esté clausurada con puertas de piedra; aunque Isengard sea fuerte y dura, tan fría como la piedra y desnuda como el hueso, partimos, partimos, partimos a la guerra, a romper la piedra y derribar las puertas; pues el tronco y la rama están ardiendo ahora, el horno ruge; ¡partimos a la guerra! Al país de las tinieblas con paso de destino, con redoble de tambor, marchamos, marchamos. ¡A Isengard marchamos con el destino! ¡Marchamos con el destino, con el destino marchamos! |
Muchos de los que viven merecen morir y algunos de los que mueren merecen la vida. ¿Puedes devolver la vida? Entonces no te apresures en dispensar la muerte, pues ni el más sabio conoce el fin de todos los caminos
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Muchos son mis nombres en numerosos países, decía. Mithrandir entre los elfos, Tharkun para los enanos; Olórin era en mi juventud en el Oeste que nadie recuerda, Incánus en el sur, Gandalf en el norte; al Este nunca voy.
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-¡Extraños poderes tienen nuestros enemigos, y extrañas debilidades! -dijo Théoden-. Pero, como dice un antiguo proverbio: El daño del mal suele volverse contra el propio mal.
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Quien no es capaz de desprenderse de un tesoro en un momento de necesidad es como un esclavo encadenado.
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Muchos de los que viven merecen morir y algunos de los que mueren merecen la vida. ¿Puedes devolver la vida? Entonces no te apresures en dispensar la muerte, pues ni el más sabio conoce el fin de todos los caminos.
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¿Acaso un hombre inerme baja a hablar puertas afuera con los ladrones? Te oigo perfectamente bien desde aquí.
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¿Cómo se llama el mundo creado por Tolkien en sus obras?