Magnífico libro de ensayo, interesantísimo y muy instructivo. Marga Sanchez Romero, catedrática de Prehistoria quiere reinvindicar el papel de la mujer en las sociedades prehistóricas. Y lo hace pasando por temas de todo tipo y desmontando uno a uno todas la teorías clásicas de la arqueología, que ha tenido en cuenta a las mujeres lo mismo que el resto de especialidades, nada. Demuestra por muchos medios y sobre todo gracias a las nuevas tecnologías que muchos de los esqueletos hallados en yacimientos que se pensaba que eran del sexo masculino debido a la profusión de armas en realidad eran del sexo femenino. Demuestra que las mujeres viajaron de un punto a otro del continente gracias a los isótopos de estroncio hallado en el sarro de los dientes, y comparándolo con los isótopos del lugar donde se halló el cuerpo comprueban que no coincide y sí coincide con el de otras zonas, de donde tuvieron que venir. Comenta con acierto el daño que hizo el conocido sistema de las tres edades, Edad de Piedra, Edad de Bronce y Edad de Hierro, porque hizo pensar a todos que el avance espectacular fue debido a las nuevas tecnologías líticas y no a otros muchos aspectos que a día de hoy se conocen y se aplican al estudio. Las mujeres quedábamos fuera de esas edades, aunque en ciertas tribus las mujeres manejen y hayan utilizado la piedra, el bronce y el hierro para hacer sus propios instrumentos, incluso para hacerlos para toda la tribu, pero no interesaba. Superinteresante saber también que en cualquier museo de historia las figuras de mujeres representadas sean inferiores al 33 % y de ahí para abajo. Si hemos llegado hasta aquí las mujeres también tenían algo que decir y hacer, no solo tener hijos. Menciona las pinturas rupestres y compara con tribus de muchos sitios del mundo donde las que pintan son las mujeres, ¿por qué aquí no pudo ser igual? Y lo mismo con la caza y con tantos y tantos aspectos que la historia ha silenciado, obviado y eliminado que cuando te das cuenta de todo lo que no sabemos y que mucho de lo que nos han dicho no es correcto o tiene muchas más interpretaciones. Capítulo especial me ha parecido el de la evolución con una frase, que siendo enfermera me ha llegado al corazón, y es que la evolución se produjo porque empezamos a cuidar y cuidar nos hizo humanos. Sublime. Otro capítulo maravilloso ha sido el que compara el hacer una flecha de pedernal con cocinar una comida. Para ambas hay que elegir bien la materia prima, que todo sea de excelente calidad, no dejar nada al azar y controlar todo el proceso. A la primera se la ha considerado un tecnología innovadora, mientras que a la segunda nadie la había considerado hasta ahora como tecnología, sin embargo, de que la comida estuviera bien dependía el desarrollo de la tribu. Había que experimentar con cerámica para que alcanzase mayores temperaturas sin romperse y poder cocinar mejor la comida, disminuyendo considerablemente el gasto energético que hacía falta para la digestión, haciendo que la comida fuera más blanda para los niños y mayores, y que no tuviera bacterias al aumentar la temperatura de cocinado. Al final, ofrece una bibliografía supercompleta por si alguien no ha tenido suficiente y quiere aumentar los conocimientos. Nombra la página que han creado ella y sus compañeras de la universidad, www.pastwomen.net, donde puedes consultar los nuevos conocimientos en arqueología que tienen en cuenta la perspectiva feminista en la divulgación histórica. Un gran libro, que a pesar de ser ensayo ha hecho que me lo leyera en poco tiempo, resultando sumamente interesante, pedagógico y educativo. Felicidades, Marga. + Leer más |