Muerte en La Fenice es el primer caso del comisario Guido Brunetti con el que Donna Leon obtuvo el Premio Suntory a la mejor novela de intriga. Todo comienza cuando el público del teatro La Fenice espera en silencio a que el maestro Wellauer vuelva a subir al podio para continuar disfrutando del tercer y último acto de la Traviata. Sin embargo, la puerta del foso de la orquesta permanece cerrada haciendo que los músicos se impacienten y comiencen a cuchichear al ver que, pasados unos minutos, la puerta sigue sin abrirse. El gerente del teatro acude al camerino de Wellauer y lo encuentra sin vida y con una extraña mueca en la cara. Tras subir al escenario para anunciar que la representación continuará a cargo de otro director, pregunta si hay algún médico en la sala y, cómo no, lo hay. Una mujer levanta la mano y acompaña al gerente al camerino para certificar la muerte del maestro pero le llama la atención el olor a almendras que impregna la estancia y sugiere llamar a la policía. Cuando el comisario Brunetti y sus hombres se presentan en La Fenice le pregunta a la doctora cuál es la causa de la muerte y ésta responde que envenenamiento por cianuro. A partir de ahí se inicia la investigación donde los principales sospechosos son, por un lado, la esposa de Wellauer –una mujer muchísimo más joven que el maestro y a la cual se vio salir del camerino poco antes del comienzo del tercer acto- y, por otro, Flavia Fratelli -la soprano que interpreta a Violetta- que había estado discutiendo con Wellauer antes de su actuación. Durante la investigación Brunetti descubrirá que Wellauer, a parte de ser un genio de la música, dejaba mucho que desear como persona ya que se había relacionado con los nazis, odiaba a los homosexuales, era mujeriego y un déspota que imponía su propia ley. Motivos más que suficientes para granjearse unos cuantos enemigos pero ¿suficientes como para acabar con su vida? No, pero sí el oscuro secreto que ocultaba Helmut Wellauer y que sólo conocía su asesino. ¿Qué ocultaba y quién tenía motivos más que suficientes para asesinarlo? Si quieres saberlo el comisario Brunetti te tiende la mano para que le ayudes a descubrirlo. Antes de comenzar a leerlo busqué opiniones en la blogosfera y, aunque unos lo suben al cielo y otros lo bajan al infierno, a mí me ha gustado no sólo porque me ha sorprendido el final y la actitud que adopta Brunetti al descubrir la verdad sino porque Donna Leon me ha hecho volver a la ciudad de los canales con sus vaporettos, su magnifico Ponte di Rialto, las iglesias, las calles estrechas y su particular niebla que hace ver fantasmas cuando te topas con cualquier viandante. Aunque las descripciones de la ciudad son buenas –no en vano la autora lleva viviendo años en ella- y, como decía, me han encantado, tengo que reconocer que se recrea demasiado en ellas en detrimento de una acción demasiado pausada que se acelera en las últimas páginas con un final tremendo pero que ha hecho que no estuviera pegada al libro de principio a fin y en una novela de este género para mí es primordial. Una cosa que me ha llamado la atención es el personaje de Brunetti que, a diferencia de otros, no tiene una familia rota o problemas personales que interfieran en su trabajo sino que está felizmente casado y es padre de dos hijos con los que mantiene una relación normal y corriente como cualquier otro padre con hijos adolescentes. Respecto al estilo literario de la autora decir que es sencillo, sin artificios y de lectura amena y, aunque se han mantenido algunas expresiones en italiano, tengo que decir que me ha chirriado un poco que algunas palabras se repitan –supongo que será debido a algún error de revisión- y que algunos párrafos se hayan traducido literalmente del italiano sin darle forma para adaptarlo al castellano. Pese a todo, reconozco que he pasado un rato agradable y he disfrutado de esta primera toma de contacto con la obra de Donna Leon por lo que no descarto leer algún caso más del comisario Brunetti. Enlace: https://librosacuestas.blogs.. + Leer más |
«Una serie para disfrutar infinitamente, tanto por sus reflexiones sobre la justicia y la venganza como por su capacidad para hacerte sonreír.» The New York Times Book Review
«Una de las grandes escritoras de crimen y misterio.» The Times
«La suya es una mezcla inusualmente potente de ambientación y acción.» The New Yorker
«Donna Leon está en su mejor momento en esta entrega, en la que destacan tanto sus personajes complejos como un estilo elegante y sofisticado.» Dead Good Books
En el caso número 33 de la serie Brunetti, Donna Leon aborda la preocupante cuestión de la violencia en las bandas juveniles. ¿Cómo puede ocurrir algo así en pleno corazón de Venecia, y, lo que es peor, llegar incluso al interior de la questura? Brunetti y Griffoni harán todo lo que esté a su alcance para comprender este fenómeno.
La Piazza San Marco aparece cubierta de cristales: dos bandas juveniles se han enfrentado violentamente en la oscuridad. Mientras la commissario Griffoni confía en su intuición para descubrir cómo un adolescente al que ha conocido recientemente puede acabar atrapado en un grupo así, Brunetti recurre a sus contactos al tiempo que intenta desentrañar el oscuro pasado del padre del joven. Tampoco el vicequestore Patta está tranquilo: hará lo que sea necesario para protegerse a sí mismo y a su entorno de esta alarmante amenaza, una situación que se está tornando especialmente desagradable en una ciudad tan turística como Venecia.