Dicen los síntomas

"El dolor es un gen primario, un bebé que tarde o temprano despierta y llora. No llora, berrea como si el mundo fuera a acabarse en su garganta".

Esta novela es una de esas cosas que llegan a ti sin esperarlas, sorprendentes, que acaban por ser súper importantes en tu vida y que le dan sentido al arte de vivir.

En "Dicen los Síntomas" encontramos un relato a primera persona, narrado por Virginia de una manera satírica, sarcástica y bella. Un relato contundente sobre las decepciones, las oportunidades que pasan, de aquellas que no terminan de llegar nunca, que te atraviesan el pecho, que te dañan, que te van creando millones de capas en todo tu ser, desde tu exterior y hacia dentro. Hay daño, dolor y resentimiento, pero también afecto, esperanza e ilusión.

Una novela con mucho humor, con una luz propia que te provoca no querer dejar de leer nunca. Una novela que bien podría ser nuestro propio espejo, que te obliga a mirar, a hacerte cargo de tu propio reflejo, de tus miedos, de tus inseguridades. Una novela que abre el eterno debate de "el que dirán" los demás, de los prejuicios injustos y cansinos.

Escrito con una prosa preciosa y profunda que te hace, te obliga, a reflexionar y que acaba por dejarte huella. Conmovedora.

Sin duda, súper recomendada y una de las grandes historias que he leído durante este año.

MI VALORACIÓN: 5/5

Quién sabe por qué los padres tratan de manera diferente a cada uno de sus hijos. Qué hay dentro de un niño que el padre puede ver y que hace crecer su rechazo al ritmo que marca la caída de los dientes de leche. Por qué no pueden querer a alguien que depende exclusivamente de sus gestos de cariño, que no ha hecho nada aún para merecer ese desprecio. Por qué no hacen nada por disimularlo.
Quién sabe por qué un hijo desarrolla un sentimiento de algo parecido al odio hacia el padre sin conocer los motivos de la distancia y el silencio. Por qué no puede perdonar a pesar de la madurez y la indiferencia. Hasta cuándo durará esa relación inexistente que la sangre obliga a mantener.
¿Es la muerte el final de ese camino? ¿La enfermedad, la confesión? ¿Un descuido que provoca que las piezas de pronto encajen?
El problema real llegará cuando la imagen que devuelva ese puzzle no haga sino reforzar la idea inicial, una idea que ya no podremos elevar a anécdota y que se quedará para siempre en el imaginario de la verdad.
Y quizá ahí, en medio del final que se anuncia pero que nunca llega, nos demos de bruces con el principio de algo que terminará también, sí, pero que nos devuelve algo parecido a la vida.
Los síntomas alertan de que algo no va bien.
O de que nunca lo fue.

“Estamos instalados en los lugares comunes, nos alimentamos de frases hechas, masticamos tópicos que más tarde nos crecen en el hígado en forma de pólipo, en los riñones en forma de piedra, en las orejas en forma de cera.” ~ Dicen los síntomas de Bárbara Blasco.

Una joven pasa las noches acompañando a su padre en coma en una habitación del hospital. al mismo tiempo se enfrenta a sí madre y su obsesión por controlar la vida y a su hermana Esther, casada y con dos hijos, que parece vivir por encima del bien y del mal.

Nuestra protagonista, en cambio, vela a su padre esperando su muerte y por momentos deseándola. Nunca se han llevado bien y ahora aún menos. Nos transmite su deseo por que se vaya ya y acabe la situación como si con esa partida pudiese borrar su relación con él.

Además, vive obsesionada con ser madre lo que le lleva a mantener relaciones constantes en busca de ese hijo, sin importarle quien sea el padre, más allá del estado de salud y de los genes que lleve.

Al terminar este libro no sabía muy bien cómo valorarlo. Por momentos me ha parecido tristón, demasiado centrado en la enfermedad y en la muerte y no he llegado a conectar con la protagonista; pero a veces me gustaban sus reflexiones y el trasfondo de sus pensamientos. Me ha gustado además como está escrito y como va enlazando la historia pero esa obsesión por la enfermedad me ha tirado un poco para atrás. Quizá es que no es el momento, quizá es que no me apetecía ese escenario de muerte, de despedida y de olor a hospital.

El libro se lee casi de un tirón. Con un cuerpo de letra generoso para que mis síntomas no digan que mi vista ya va cansada.

Una novela que se lee bien, escrita en un tono coloquial, y con una modernidad en los planteamientos de la protagonista, Virginia, una mujer que llega a los 40 y decide que su reloj biológico dice que es hora de « encargar » un vástago y para ello Virginia se organizará a su manera.

Nada es simple porque Virginia es una mujer complicada con una vida complicada. Para comenzar es una hipocondríaca irredenta, obsesa con patologías de toda índole y con un conocimiento, o por lo menos, un vocabulario médico libresco de primera plana.

A pesar de tener un trabajo precario, Virginia es autosuficiente; se lleva mal con su familia (padre, madre y una hermana) y estuvo enferma (cancer de mama) sin decirlo a nadie y rechazando toda quimio para poder procrear (al límite de la irresponsabilidad, yo diría…).

El padre fue siempre un ente lejano y arbitrario, la madre es un ser muy amoldado a su situación porque es evidente que ella sabe cosas que ha decidido ignorar. Y la hermana es la antítesis de Virginia, la hija « perfecta » y la preferida de los padres.

Dicho esto, todo el libro gira en torno a la agonía del padre, ingresado en un hospital en estado comatoso del cual no saldrá. A pesar de todos los reproches de Virginia, ella irá a verlo cada día y aprovechará para « arreglar las cuentas » en el oído del moribundo.

En el cuarto de hospital conocerá a un hombre maduro, condenado por un cáncer de la vesícula y con el cual muy paulatinamente, Virginia tendrá una relación de calidad porque el tipo es interesante, culto, un editor.

El tema del libro no es nada liviano, pero la manera de narrar estas cosas tan "sensitivas » para todos, resulta sorprendente y por momentos muy jocosa y original; el tono es francamente ácido en apariencia, pero profundo en su contenido.

Me ha gustado esta lectura por el aspecto positivo que se desprende del tema aunque en el fondo-fondo, hay angustia solapada. Sin olvidar que es una novela rica en metaliteratura con citas de autores, de citaciones y de películas.

El libro ahonda en temas universalmente importantes como las relaciones familiares, la comunicación, el tiempo que pasa, las opciones que se presentan, los secretos de familia.
Enlace: https://pasiondelalectura.wo..