Hace poco leí otra obra del autor "La vida secreta de los árboles" y me gustó mucho. Pero este libro genera otro tipo de emoción. Cualquiera que haya amado un animal puede entenderlo. Hubo cierta perrita que apoyaba su cabeza sobre mi pierna y me hacía sentir feliz, me recibía con esa alegría de quien te ama por encima de todo. Curiosamente, no era mi perrita, pero obviamente yo sí era suya. He tenido la fortuna de vivir momentos especiales con animales salvajes: una ardilla parlanchina, un zorro y cientos de mariposas que me envolvieron igual que un sueño. Este libro es perfecto para personas de mente curiosa que conocen lo sanadores que pueden llegar a ser los animales. Trata del amor que sienten, su capacidad de engañar, de sentir dolor o su inteligencia. También de la estupidez humana, eso daría para mucha literatura (o una reseña infinita). Me gustaron especialmente los capítulos sobre el Duelo y sobre la Inteligencia en enjambre. Desde que escuché esa teoría me desconcertó porque sé lo inteligentes que son las abejas y como se comunican entre ellas. Demasiado inteligentes para considerarlas solo una "célula" más de su enjambre. Me alegró comprobar que este escritor opina igual que yo. También cuenta alguna anécdota muy graciosa sobre cierta ave (corneja) que intenta engañarle para que no sepa dónde esconde su tesoro (una bellota). Es un libro breve, entretenido, pero también emotivo y con humor. + Leer más |