A mí la cara de este bichejo me recuerda a alguien. A alguien a quien no le gusta la Navidad, Que prefiere chupar un clavo a que su madre cocine un pavo. Ite, ite ite. El autor de este cuento se repite, En una mezcla de prosa y poesía, para contentar al padre al hijo y a la tía. Al grinch gruñón se le ocurre sabotear esta fiesta a los habitantes de Quien. Para mí que tanta soledad aburre. O los pedos no le huelen bien. Árboles, adornos, luces y regalos, Todo lo ha robado. ¡Oh dios mío! ¡Qué ser tan malvado! O no... pues a aquellos que su suegra okupa su cómodo sofá de lectura, ¿No es acaso la más vil de las torturas? Corriendo he ido a la ferretería. A comprar cajas de clavos para chupar y chupar. Hasta el siete de enero una por día. Lejos de mi sofá. El cuento del Dr. Seuss, es casi una canción, y sin darnos cuenta mientras leemos cantamos. Y en el habita un mensaje Para aquellos que la Navidad se nos va de las manos. Divertidas ilustraciones acompañan. A un texto directo y sencillo. Amén de un alegre tonillo, entre asno y suegra por el pasillo. Con sus más y sus menos, con sus fans y sus detractores, libro y fiesta coinciden que más allá de enriquecer a editoriales, jugueterías, perfumerías o cianurerías... Y dejando a Cristo en paz... Lo importante es estar juntos con los tuyos Y honrar a los que ya no están. Tengáis o no duendecillos, es un cuento que vale la pena mirar. Disfruten con lo que tengan y recuerden que lo más valioso, no irá envuelto en papel de regalo, Estará justo al lado... Aunque usurpen tu sofá. Disculpen esta licencia en forma de extraña reseña. PD. ¡¡Feliz Navidad!! O algo así. + Leer más |