Enero Demico es una joven inquieta que vive en una mansión repleta de objetos exóticos que no sacian del todo su curiosidad. Un día se encuentra un libro que cambiará por completo su destino, enseñándole la importancia de creer en ella misma y no limitar su imaginación. Bajo esta premisa, Alix E. Harrow crea una historia cargada de magia y belleza, redactada de una forma poética que nos permite ir sumergiéndonos en el original universo creado en el que la maldad juega un importante papel, por lo que mientras descubrimos qué son las Diez Mil Puertas también conocemos la crueldad con la que se trata al diferente. Enero es definida como una criatura entre dos mundos, pero ese atributo que podría hacerla formar parte de ambos espacios, lo que provoca es que sea la extraña en los dos. Desde muy pequeña sufre en sus carnes el racismo y la exclusión social, planteándose esta crítica de una forma muy interesante. Gracias al trabajo de su padre vive en una mansión en la que puede acceder a lujos y tener a su alcance medios que por lo general son negados a gente de su edad en su época, sin embargo, no son pocos los momentos en que esto se vuelve en su contra ya que por recibir lo que no ha pedido se espera de ella que se comporte de un modo determinado. Estas contradicciones entre lo que quiere y debe hacer, entre lo que se le regala pero a cambio de un precio, entre lo correcto y lo deseado, constituyen un eje interesante en la novela, pues la autora nos mete en la piel de la joven de una forma sincera y realista. Enero se cuestiona qué ha de hacer, quién es y qué se espera de ella, sin dejar de ser consciente de que no puede fingir eternamente y de que, aunque quisiera, no siempre puede responder a las expectativas. A menudo se confiesa con el lector, muestra su incapacidad para reaccionar como se esperaría de la protagonista de una historia y esto es algo que la hace muy real y nos ayuda a empatizar con ella, puesto que lo que nos grita a través de sus declaraciones es que ella también es humana. Creo que es de los universos más especiales que jamás he leído, la forma de redactar es única, delicada, hace que conectes con los personajes, que sus sentimientos te traspasen y que la curiosidad te haga querer adentrarte e ir en busca de las puertas. Sin embargo, cuando ya había leído el grueso de la novela el halo embaucador que sentía empezó a desvanecerse. Es algo raro, esta segunda parte está plagada de acción y todas las incógnitas se van resolviendo, pero aun así se me hizo más lenta y me sentí menos enganchada a la narración. Posiblemente se deba a mis propias expectativas, la historia no dejaba de sorprenderme y tenía taaantas ganas de conocer cada detalle de esos diez mil mundos que al darme cuenta de que nunca sabría todo la decepción se apoderó de mí (os aclaro esto para que entendáis mi puntuación). Aunque me parece una obra diferente, sincera, creativa y bella, me hubiera gustado conocer mejor el universo, leer un final más pausado en el que se nos trasladara a más sitios. La recomiendo para todos los amantes de la literatura fantástica, de las protagonistas soñadoras y de la literatura, pues al final nos encontramos con un canto a los libros, a la palabra, y a cómo gracias a ellos siempre podremos seguir soñando. + Leer más |