Tránsito

Este es uno de esos libros que es mejor descubrir sin tener información alguna: cogedlo, abridlo, no lo soltéis y llegad hasta el final tratando de encontrar algo de aire.

Es un relato autobiográfico sobre diversas formas de violencia que trata de extraer de dentro algo profundo. En la escritora parece existir el anhelo de comunicar su dolor pese a ser consciente de la dificultad y la complejidad que esto entraña; simplemente no se puede transmitir, concretar o materializar a través de una narración.


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Decía Simone de Beauvoir que "bastará una crisis política, económica o religiosa para que los derechos de las mujeres vuelvan a ser cuestionados". Y tenía razón pero solo en parte, porque o bien estos no dejan de estar constantemente cuestionados sin necesidad de recesión, o bien estamos en una crisis permanente que (parece) jamás se superará.



'Interrupción' de Sandra Vizzavona da voz a mujeres de distintas generaciones que abortaron en Francia tanto en la clandestinidad como estando ya reconocido como derecho. Su idea es reunir los testimonios de estas mujeres para darles una plataforma donde expresarse, ya que muchas de ellas nunca pudieron compartir sus testimonios porque no se les dio la opción: porque nunca nadie les preguntó cómo lo vivieron (quizás porque lo llevan en secreto) o porque nunca reunieron las fuerzas necesarias.



Vizzavona explora la fragilidad de un derecho que, además, en muchos casos es una experiencia traumática. Ya solo el mero hecho de tener que recurrir a él dista de ser agradable, pero se puede convertir en un infierno con todo lo que llega aparte: el repudio familiar, la eterna infantilización donde se buscan soluciones antes siquiera de consultarles a ellas... Por no hablar de la falta de empatía por parte de algún personal médico, con desprecio en el trato y negligencia a la hora de explicar síntomas y consecuencias.



Lo hace, recordemos, en uno de los países más desarrollados del mundo, en pleno epicentro de la cultura del estado del bienestar. Por eso no traslada una imagen eminentemente catastrofista, aunque los testimonios negativos sean mayoritarios, sino que también da voz a aquellas que pudieron ejercer su derecho sin contratiempos, en total libertad, e incluso alguna de ellas sin gran impacto.



Aunque no deja de ser una recopilación de testimonios, escritos con buen gusto e intercalados con los conflictos internos de la autora en cuanto a la maternidad, me parece una lectura imprescindible y una gran opción para introducirse en literatura con perspectiva de género.

Aquí la protagonista en la cuarentena está atrapada en una vida aparentemente confortable en un matrimonio que se deshace internamente, una hija que la ata a los cuidados y una ambición profesional que la lleva a una gran autoexigencia.
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