El hechizo del verano de Virginia Higa
Yo siempre pensé que era mejor huésped que anfitriona, y por eso también me sentía más a gusto siendo lectora que escritora, aunque vivir en esta ciudad y recibir a tanta gente en mi casa me hizo cambiar de opinión. Descubrí que también puedo ser buena anfitriona y que, tanto en la vida como en la literatura, me interesa todo lo que tiene que ver con la hospitalidad.
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