|
Calificación promedio: 5 (sobre 17 calificaciones)
/
|
Yo no te cambio por nada de Rowyn Oliver
Quedaron en silencio mirándose unos instantes. Carol abochornada y Fran sonriente y de tan buen humor como pocas veces había estado. La sonrisa siguió bailando en sus labios. Una de esas que, aunque Carol no lo sabía, rara vez eran sinceras. Y allí estaba él, regalando sonrisas a aquella condenada mujer que conseguía arrancárselas con tanta facilidad.
|
Yo no te cambio por nada de Rowyn Oliver
–Dime que hablas en serio, que vas a dejar tu celibato voluntario y has encontrado a una mujer que te pone más cachondo que un libro de cuentas.
|
No me toques el saxo de Rowyn Oliver
Cristina me quita el sueño, pero me encargo bien mucho de que no se note. La estrategia es clara: no hablar de ella con los miembros del grupo, a no ser que sea estrictamente necesario y por motivos de algún concierto, e intentar no mirarla demasiado, y de no poder evitarlo, al menos hacer lo imposible para que ella no se dé cuenta.
|
No me toques el saxo de Rowyn Oliver
Quiero a mi saxo. Le quiero, si querer a un hombre fuera tan fácil como querer ese saxo, otro gallo cantaría. Pero los hombres son traicioneros, cómo fiarme de ellos cuando no me he podido fiar ni de mi propio padre que vendió mi querido saxo a un desconocido. |
Secretos en la noche de Rowyn Oliver
La deseaba solo a ella. Gracias a Elisabeth Holmes revivía una pasión que creía profundamente dormida. [...] En ese instante nada importada, solo los besos y las caricias que acompañaban a aquellas intentas sensaciones. |
Tirano de Rowyn Oliver
Pero ahí está la tragedia, cuando uno piensa en no arriesgarse por no perder lo amado, es que ya ama demasiado.
|
Fue publicada en ...