Memoria de Georges el amargado de Octave Mirbeau
En París, los filósofos del optimismo mortífero no ven la miseria. ¡No solo no la ven, sino que la niegan! - Nosotros hemos decretado la abundancia general - dicen - la felicidad forma parte de nuestra Constitución. Está inscrita en nuestros monumentos, florece alegremente en nuestras ventanas, en la insignia nacional... No hay más pobreza que la de los que se obstinan en ser pobres, a pesar nuestro... Son unos tozudos. Por lo tanto que nos dejen tranquilos. |