El vestido blanco de Nathalie Léger
Me equivocaría si dijera que fue la bondad de Pippa lo que me atrajo de su historia: lo que me interesaba no era ni su intención, ni la grandeza de su proyecto, ni su candor, ni su gracia, ni su insensatez, sino que con su viaje quiso reparar algo desmesurado y no lo consiguió.
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