Las modistas de Auschwitz de Lucy Adlington
La mujer debe de ser delgada y esbelta, aunque no exenta de las curvas y las redondeces de la figura. (REVISTA EVA SEPT 1940)
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Calificación promedio: 5 (sobre 70 calificaciones)
/Las costureras de Auschwitz cuenta la historia de las veinticinco mujeres y adolescentes, la mayoría judías, que en medio del horror absoluto del campo de exterminio de Auschwitz-Birkenau fueron seleccionadas para confeccionar ropa a medida para las damas de la alta sociedad nazi. Sus habilidades se convirtieron en su única esperanza de salvarse de una muerte segura en las cámaras de gas. Basándose en un impresionante trabajo de investigación, incluso en entrevistas con la última costurera sobreviviente, la novelista e historiadora Lucy Adlington ofrece una detallada e inestimable reconstrucción del vínculo de amistad que unía a aquellas valientes mujeres y su papel en la resistencia del campo, al tiempo que expone la codicia, la crueldad y la hipocresía del Tercer Reich. Este libro ofrece una nueva mirada a un capítulo poco conocido de la Segunda Guerra Mundial y del Holocausto y saca a la luz historias de vidas excepcionales que deben ser contadas antes de que sea demasiado tarde.
Las modistas de Auschwitz de Lucy Adlington
La mujer debe de ser delgada y esbelta, aunque no exenta de las curvas y las redondeces de la figura. (REVISTA EVA SEPT 1940)
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La cinta roja de Lucy Adlington
Si somos capaces de ver los actos de bondad como actos de heroísmo, podremos contrarrestar el odio y la violencia. Así lo espero.
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Las modistas de Auschwitz de Lucy Adlington
Coser uniformes para los hombres que se disponían a matarnos a todas.
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La cinta roja de Lucy Adlington
Allí estábamos, en un campo de prisioneros para inocentes, dirigido por criminales.
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La cinta roja de Lucy Adlington
También teníamos insignias, una insignias hechas con un trapo de color y cosidas en nuestras ropas. La insignia que llevabas indicaba por qué habían decidido Ellos exactamente que ya no eras apta para vivir en el mundo real.
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La cinta roja de Lucy Adlington
Desde que había llegado a Birchwood había decidido que sólo iba a ver las cosas que yo quisiera. Cada segundo de mis primeras tres semanas había resultado horrible: mucho peor que las espinas de un arenque. Yo me había convertido en una especie de gólem —una chica sin alma— a la que llevaban de aquí para allá a empujones y que se limitaba a esperar interminablemente, de pie o en cuclillas
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La cinta roja de Lucy Adlington
Ya no había forma de ocultar la verdad. Ya no se podía mirar para otro lado ni fingir más. El Gran Almacén no era una gloriosa cueva del tesoro. No era una tienda de lujo. Era un horrible cementerio de vidas y pertenencias. Nosotras habíamos llegado allí vestidas con ropas y cargadas con nuestro equipaje. Y nos lo habían quitado todo.
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La cinta roja de Lucy Adlington
Yo odiaba la estrella. Odiaba todas las insignias, y también todas las Listas. Odiaba la forma que tenía la gente de meter a los demás en una casilla y poner una etiqueta que decía: «Eres diferente». Una vez que eres etiquetada como «diferente», los demás pueden tratarte como si no importaras. Lo cual es una estupidez.
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Las costureras de Auschwitz de Lucy Adlington
El desastre que tuvo lugar allí es imposible de comprender, y la mente humana no es capaz de creerlo
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La cinta roja de Lucy Adlington
Una vez eres etiquetada como diferente, los demás pueden tratarte como si no importaras
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¿Qué objetousaron como traslador en el Mundial de Quidditch?