Otra luna enterrada de Guillermo Estiballes
Pero en realidad el tiempo es algo que, queramos o no, se nos escapa de entre los dedos como una maraña de hormigas inquietas, que nos muerden en su huida y saltan al vacio sin pensar ni conocer que habrá más abajo. No les afecta. Ellas se esfuman correteando con sus patitas queratinosas y no importa si atrapamos alguna y la aplastamos, el reto continuará su transitar sin mirar atrás, sin preocuparse por quien o quienes se quedan en el camino. Así es el tiempo. |