Bajo nuestros pies de Francisco Javier Olmedo Vázquez
No temas hermano mío a la voluntad de tu Señor, pues de tu carne hará Su carne, de tu hueso Su hueso, y de tu sangre Su sangre. Teme hermano mío no rendirle pleitesía, pues serás entonces como gusano bajo pies de gigante. |