Antología de cuentos de este genial escritor con auténticas obras maestras como Continuidad en los parques o Final de juego que da nombre al volumen. A pesar de que los finales ambiguos o abiertos no son lo mío y me dejan desconcertada, descolocada, enfadada, frustrada, no puedo dejar de reconocer el absoluto dominio del lenguaje y la capacidad de envolverte en tan breves páginas, creándote inquietud, a veces miedo, otras rechazo, pero siempre pegada a sus líneas hasta el final de cada relato. Los relatos que componen la antología son totalmente diferentes unos de otros, utilizando lenguaje vulgar y arrabalero unos , lenguaje culto otros, epistolares, de terror, en fin... infinidad de registros y todos buenos, y como nos avisa el título, jugando con nosotros, lectores, a su antojo, engañándonos, dejando pequeñas pistas para pillarnos. Ideal para leer en lectura conjunta, porque solo con las diferentes interpretaciones que se pueden dar ya vale la pena la lectura. |