El juego de Ender

Llevaba mucho tiempo queriendo leer este libro, todo un referente de la ciencia ficción. La verdad, no esperaba encontrar una lectura con tantas aristas: una guerra, unos niños convertidos en armas, unos adultos manipuladores… y ciertamente, mucho más.
En un planeta superpoblado que no permite tener más de dos hijos, salvo escasas excepciones, Ender nace como un “tercero”, pero su único objetivo es formar parte de los planes de los poderosos militares.
Está escrito en varios hilos de trama, que se van trenzando poco a poco. Me ha gustado mucho el comienzo de esta saga, los personajes están muy bien perfilados, Valentine, aunque está fuera de la acción principal, es maravillosa y la que deja más poso al terminarlo. La velocidad es correcta, la ambientación magnífica además de sorprendente. Un mundo para salvar al mundo, para lo que las reglas van y vienen dependiendo de quién o para qué se usen.
No voy a decir que haya sido una lectura fácil, mi corazón ha latido más rápido de lo sanamente normal estando en reposo más de una vez y me ha hecho hervir la sangre otras tantas por las muchas injusticias que se plasman. Lo de robarle la infancia a los niños que apenas han cumplido los seis años no lo llevo nada bien, sea cual sea la razón. Pero es cierto que cuando he conectado con Ender, no podía dejar de leer, como los capítulos son bastante largos, sin darme cuenta me había “bebido” la mitad en un suspiro y la otra mitad me ha tenido absorbida.
Me pasa lo mismo que le pasa a Ender, me he quedado con ganas de conocer más a los insectores, por lo que continuaré la saga sin ninguna duda, y de la misma forma me atrevo a aconsejar que lo leáis si os gusta la ciencia ficción, pero también si os van la filosofía o los temas militares.