Sacrificios humanos de María Fernanda Ampuero
Cuando una se levanta por la mañana nunca sabe que ese día va a ser el día en el que tu vida se va a la mierda. El día uno de todo lo demás. Si al menos se supiera, si estuviera encerrado en rojo como los día santos, podríamos anticiparnos, alejarnos, protegernos. Los día se suceden a las noches y, en medio de esa danza vieja como el tiempo, en la casa de una mujer se mete la oscuridad.
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