A la caza del Príncipe Drácula de Kerri Maniscalco
-Las leyendas tienen el propósito de inspirar miedo -Anastasia se enderezó-. Deben ser más grandiosas que la vida que llevamos después del atardecer. Nunca creemos que hay una bella princesa acechando en el bosque por las noches ¿verdad? No. Nos imaginamos a demonios sedientos de sangre. Vampiros. La noche nos recuerda que nosotros también somos una presa. La posibilidad de que nos cacen nos aterra y al mismo tiempo nos deleita.
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