El cautivo de Jesús Sánchez Adalid
-¿Vas a casarte finalmente con ese caballero toledano? -le pregunté. -¿Qué he de hacer si no? -contestó resignada -. Tú te debed ahora a tus armas y yo... Algo oficio de las mujeres... ¡Ay, qué vida esta! -¿Serás feliz? ¿Lo serás tú? |