Domingo Faustino Sarmiento
En las noches de verano, se oye sin cesar la guitarra en la puerta de las tiendas, y, tarde de la noche, el sueño es dulcemente interrumpido por las serenatas y los conciertos ambulantes. |
Domingo Faustino Sarmiento
En las noches de verano, se oye sin cesar la guitarra en la puerta de las tiendas, y, tarde de la noche, el sueño es dulcemente interrumpido por las serenatas y los conciertos ambulantes. |