Este libro lo hemos conocido gracias a una compañera de trabajo que es amiga del autor, y como está ambientado en nuestra ciudad natal, pues no nos hemos podido resistir a leerlo. El primer personaje al que conocemos es al propio inspector Dobarro, el cual tiene algunas espinas del pasado bien clavadas, y van a interferir en la investigación que va a tener que llevar a cabo de forma inminente. En dicha investigación va a participar también la subinspectora Costa, la cual no conoce la ciudad ni los demonios que van a atacar a Dobarro. Nos encontramos ante un thriller cargado de entresijos familiares y de viejos conocidos que van a impedir que la investigación sea fácil para ninguno de los inspectores, ya que una quiere aplicar la lógica al 100%, pero su compañero le soltará información a cuenta gotas. La historia nos ha parecido fácil de leer, aunque en algunos momentos se nos ha hecho un poquito densa por ser demasiado descriptiva o detallista. Aún así, nos ha hecho pasar un rato agradable y entretenido manteniéndonos en tensión hasta el final. |