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Crítica de AlhanaRhiverCross


AlhanaRhiverCross
10 May 2018
Siempre tengo muy en cuenta que esta novela la leí demasiado seguida a “Hojas de dedalera”, novela a la que tengo especial cariño porque fue la que me hizo enamorarme de la pluma victoriana de esta autora. Y aún así no puedo quitarme de encima esa sensación de decepción que me dejo y que siento que fue por mi culpa porque ya de entraba sabía que iba con una expectativas tan altas por comparación que era muy difícil que se fueran a cumplir. Pero voy a intentar plasmar mi opinión lo más objetivamente posible a pesar de este detalle personal.
Lo más destacable que tiene esta historia es su ambientación, porque a pesar del toque gótico o victoriano que se desprende, no transcurre en Inglaterra, si no en Venecia a principios del siglo XX y tiene como premisa y principal escenario (además de los canales de la ciudad, obviamente) una juguetería artesanal que regenta el protagonista, Mario. En realidad son dos jugueterías porque la de los Montalbano acaba robándole las escenas más misteriosas e intrigantes (además de los clientes). Siempre es un problema que instalen otro negocio igual al tuyo en la acera de enfrente, pero cuando Mario sospecha que su competencia esconde algo porque es imposible que Montalbano sea tan bueno (perfecto) en lo suyo, decide investigar. Así que si sumamos a la ambientación una historia de misterio e investigaciones venecianas que envuelve a dos jugueteros rivales, es prácticamente imposible que una novela así no enganche desde el principio.
Hablando del principio, si algo caracteriza las novelas de Victoria Álvarez es la potencia de sus prólogos y “Las eternas” no iba a ser menos. Desde las primeras páginas la autora despliega el aura de misterio 20 años atrás contando la desaparición de la morgue del cadáver de una niña que murió por cólera. Y eso sólo es el preludio de todos los enigmas que esconde esta novela y que poco a poco, Mario tendrá que ir descubriendo. Aunque como segundo ingrediente característico de las novelas de Victoria Álvarez, también tenemos la dosis de romance que necesitamos para redondear la trama, así que por supuesto, Mario cambia sus prioridades en la investigación cuando conoce a Silvana, la hija de su rival. Lo que era rabia e impotencia por ver su negocio mermado, pronto se convierte en fascinación y obsesión por el trabajo de los Montalbano.
Los personajes principales son básicamente Mario y Silvana, si no contamos al propio Montalbano, pero como la novela está contada desde el punto de vista de Mario y el sólo tiene ojos para Silvana, el resto de personajes quedan un poco en la sombra. Pero cualquiera de ellos te hace conectar pronto con la historia: el primero porque es el que la está viviendo casi desde la misma ignorancia que el lector, y la segunda porque tiene como un doble filo entre personalidad arrolladora y encanto recatado que sumados al misterio que envuelve a su juguetería, hace que resulte un personaje muy atractivo. Ella misma se muestra distante y esquiva con Mario (que también es un chico muy reservado y arisco al principio) pero a la vez no puede evitar desear pasar más tiempo con él, de forma que el resultado es una relación muy bonita, muy madura y al final, perfectamente conmovedora.
Una de las cosas que me falló en esta novela es que en algún punto de la trama se me encendió la bombilla y todo empezó a parecerme predecible (que no quiero decir que lo sea, porque si no vas cayendo en los detalles, los plot twits que tiene son realmente originales) así que en cierto modo, yo misma me estropeé la sorpresa por estrujarme la cabeza con teorías. También por gustos personales no disfruté del todo la historia porque todo gira en torno a las jugueterías artesanales y los artefactos mecánicos de principios del siglo XX, algo que siempre me ha parecido muy siniestro, en el sentido que me da mal rollo (otr@s tienen respeto por los payasos o los circos, qué sé yo). Eso sí, si tuve esa sensación al leer es porque las descripciones de los escenarios son completamente envolventes, hasta el más mínimo detalle de ambientación hace que te metas en esa juguetería, recorras ese canal o huyas por ese callejón. Pero si habéis leído alguna otra novela de Victoria Álvarez, sabréis que esto es marca de la casa y a pesar de ser su segunda novela, la narración descriptiva es casi inmejorable y eso se debe (me consta) a la profusa documentación que hace meses (incluso años) antes de ponerse a planificar una historia.
Además, el ritmo de la historia es el adecuado para una novela de estas características, porque sin ser precipitado te mantiene en ascuas el tiempo imprescindible para llevarte al siguiente secreto y hacer que no puedas soltar el libro pero a la vez sin que todo resulte demasiado rápido. de hecho, con esta novela (en realidad con todas las de la autora) al terminar queda una sensación que se conoce vulgarmente “resaca lectora” y que te hace imposible desconectar de la historia que acabas de leer. Con esta novela pasa precisamente eso porque te mete de lleno en toda esa ambientación que por otra parte, ya es de por sí fascinante, porque no deja de tener cierto toque steampunk con todos esos artefactos, engranajes y juguetes mecánicos.
Resumiento, esta novela resultó ser para mí un claro ejemplo de que idealizar sólo por la primera impresión a veces puede jugar en tu contra. La calidad de la autora sigue siendo la misma en cuanto a narración y construcción de la trama, con el mismo aura de misterio y ambientación que en su primera novela, pero la culpable de que no me gustara más esta segunda historia de mi autora favorita fui solamente yo. Victoria Álvarez continua con el mismo estilo elegante a la hora de escribir que seguro que no os decepcionará si ya la conocéis o que puede ser también una buena opción como primera incursión para empezar con sus novelas.
Enlace: https://enmitiempolibro.blog..
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