La ciudad de las sombras

Te estoy diciendo que hay algo oscuro en ese lugar, algo retorcido..., como un organismo enfermo que se ha dedicado durante siglos a extender su gangrena por cada una de sus ruinas

Me temo que estás confundiéndote...Los arqueólogos consagramos nuestras vidas a desentrañar mitos. Habría que ser realmente estúpido para dejarse convertir en uno

Ya se habrá dado cuenta de cómo son las cosas en los pueblos como este: nadie perdona, nadie olvida, incluso cundo lo que te sucede no es culpa tuya.

Dame un firman que me permita pasarme la vida excavando en Egipto y quédate con todos los jóvenes lores de Inglaterra.

No importa de dónde venga uno, sino a dónde vaya y lo que haga en el camino. Esas decisiones son las que nos definen.

—En ese caso puede que estés haciendo lo correcto al preferir no pensar en la clase de marajá que serías en su lugar —confesé en voz baja—. Quizá sea mejor no descubrir lo que más deseamos en la vida cuando se trata de algo que nunca conseguiremos obtener.

Los arqueólogos consagramos nuestras vidas a desentrañar mitos. Habría que ser realmente estúpido para dejarse convertir en uno.

Esa ciudad está maldita, y todos los que se acercan a ella también. Hay maldad en cada una de sus piedras, en cada sombra...