Como el Perséfone, también ellos habían tratado de luchar contra la fuerza del viento empeñado en separarlos. Y como el Perséfone, también ellos habían fracasado.
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Como el Perséfone, también ellos habían tratado de luchar contra la fuerza del viento empeñado en separarlos. Y como el Perséfone, también ellos habían fracasado.
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Son ustedes demasiado jóvenes para comprenderlo, pero las pasiones de las que se habla en las novelas, los amores eternos… existen, aunque son tan escasos como los tesoros hundidos en el mar. Y por eso tenemos que luchar con todas nuestras fuerzas cuando los encontramos para ser dignos de ellos.
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Cuando dio el primer mordisco y sintió que la crema que había dentro del bombón le inundaba la boca, y las criadas le enjuagaron el pelo con agua caliente y la sacaron de la bañera para envolverla en una toalla esponjosa y suave, pensó por primera vez que podría acostumbrarse a todo aquello. Que no seguiría cuestionándose el por qué de aquellos placeres mientras los pudiera tener al alcance de la mano...
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Todas esas historias, esas leyendas en las que casi todo el mundo se niega a creer en la actualidad-le explicaba acariciándole la cabeza-, son más reales que muchas de las cosas de las que nos rodeamos cada día.
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-¿Tan cegado puede estar un hombre por la lujuria? ¿Qué hay de lo que le hice en el Valle de los Reinos? ¿Que hay de Carmilla, de la princesa Meresamenti, del espejo que le robé? -Me dan exactamente igual -le aseguró Lionel a media voz-. Ninguna de sus maldades hará que deje de estar hambriento de usted. Por retorcida que sea, por mucho que disfrute haciéndome sufrir..., la deseo más de lo que nunca he deseado a una mujer. |
Todas esas historias, esas leyendas en las que casi todo el mundo se niega a creer en la actualidad, son más reales que muchas de las cosas de las que nos rodeamos cada día. El mundo es un lugar extraño, querida, pero son esa extrañeza y esa oscuridad las que hacen que merezca la pena seguir viviendo en él.
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Lo que había entre Will y yo, lo que sigue habiendo pese a que muriera hace casi medio siglo...era amor, amor de verdad. Del que hace que la gente cometa locuras, el que puede salvar o condenar a las almas. Son ustedes demasiado jóvenes , pero las pasiones de las que se habla en las novelas, los amores eternos...existen, aunque son tan escasos como los tesoros hundidos en el mar. Y por eso tenemos que luchar con todas nuestras fuerzas cuando los encontramos para ser dignos de ellos.
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Theodora y tú sois como planetas condenados a cruzarse una y otra vez en el firmamento, atraídos el uno por el otro pero sin poder escapar de vuestras propias órbitas. Allá donde vayáis, seguiréis sintiendo esa atracción. Es un magnetismo primigenio, casi cósmico. No podrás alejarte nunca de ella, al igual que ella no podrá alejarse de ti.
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Es un cuerpo creado a partir de la unión de distintas partes de cadáveres diseccionados, escrito por Mary Shelley a partir del reto literario de Lord Byron.