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Esta novela me ha sorprendido muy gratamente, pues he de decir que no es el tipo de novela que me conquista por su título ni por su portada. Sin embargo, sí que logró hacerlo su sinopsis. La portada se caracteriza por su sencillez y discreción. En ella predominan el color blanco y el azul con un subtono gris; pero sobre este fondo destaca la imagen de un chico, en cuya vestimenta se ve una imagen de la Semana Santa de Sevilla con sus característicos nazarenos y cirios encendidos. Por su parte, tanto la grafía utilizada para el título como para el nombre del autor me parecen extremadamente discretos. Considero que si la fuente hubiese sido algo mayor resultaría más atractiva para el potencial lector. Centrándome ahora en la trama, me ha gustado mucho la originalidad de la idea. Una niña desaparecida y varias muertes con el telón de fondo de la Semana Santa de Sevilla. Aunque desde la mitad de la novela he intuido quién era el asesino o asesina, no he establecido los lazos entre la desaparición de la niña y los asesinatos hasta prácticamente el final. Si hay algo que ha ralentizado en cierta medida su lectura han sido las frecuentes referencias al callejero sevillano y a las diferentes cofradías. El autor denota un conocimiento muy preciso de ambos, pero puede resultar algo redundante para los que somos ajenos a la ciudad y a la tradición. En la novela se entremezclan tres historias narradas en tres tiempos. Una de ellas es la de Alejandra y Luis, relato que se inicia en el año 1991 y que nos acompaña hasta el desenlace de la novela. Esta historia me ha gustado mucho, pues aporta el toque romántico a un ambiente de recogimiento y de temor, pero va evolucionando hasta llegar a tornarse trágica. Otra de las historias es la del propio asesino o asesina, la que nos permite conocer un poco más las motivaciones que le han llevado a causar ciertas muertes. Por último, encontramos la historia principal, que se desarrolla en el 2021 y que es la que da lugar a la trama de la novela. En lo relativo a los personajes, he logrado empatizar con Diego Aguilar y con Alejandra, personajes muy diferentes, pero con una seguridad y fortaleza muy importantes. Uno y otra son personas capaces de plantarle cara a las adversidades y de luchar por aquello en lo que creen y quieren. La edición de la novela está muy cuidada, y cada capítulo se encabeza con una ilustración. A su vez, cada capítulo se divide en pequeñas secciones (relativas a una de las historias mencionadas) claramente separadas y encabezadas con la fecha, ubicación y alusión a la historia en particular (emoción, locura o audacia). En concreto, la novela se divide en dos partes, quince capítulos y un epílogo. Por último, si hay algo que valoro mucho en una novela es el poder extraer citas de sus páginas y, en este caso, he podido recopilar bastantes. de entre todas ellas destaco las siguientes “A las personas se las cuida día a día, no con una carrera a última hora” y “Supongo que nada te hace más fuerte que luchar día a día contra una situación que no puedes cambiar. Y, aun así, seguir enfrentándote a ella”. En definitiva, se trata de un thriller recomendable para los amantes del género que quieran adentrarse en la Semana Santa de Sevilla y recorrer sus calles bajo un halo de misterio y miedo. |
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