Si tuviera que describir este libro con dos palabras, serían intensidad y pasión. Me encanta la forma con la que Irene describe y expresa lo que siente. Eso sí, el libro va sobrado de la palabra "follar" ya que la incluye en casi todos los poemas. A veces da la sensación que es una oda al sexo, más que otra cosa y es una de las razones por las que no me ha llenado tanto como esperaba; se me hacía algo repetitivo. Aún así, creo que entre mis próximas lecturas estará Grecia :)
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