Soy

“Soy” es el libro que yo habría querido leer cuando tenía 17 años. Escrito por Florencia del Campo e ilustrado por María Luque, nos cuenta la historia de Lola, una adolescente en busca de su identidad y su lugar en el mundo.

Lola representa y trasciende la adolescencia. Se encuentra en continuo cuestionamiento, y se sitúa en un lugar indefinido entre todo aquello que la caracteriza: es medio inmigrante, medio huérfana, aprendiz de feminista, carnívora consciente y contradictoria. Por eso la novela se titula Soy y empieza diciendo “Soy yo”, porque a veces somos sin saber exactamente cómo definirnos.

Y es precisamente eso lo que nos pasa en la adolescencia, que estamos buscándonos, preguntándonos ¿Quién soy?

Por eso es una novela que apela a lo más íntimo del lector, lo hace sentir identificado, interesado y atraído, una novela que parte de la experiencia propia para ponerse en el lugar del otro. Y creo que es algo que los adolescentes necesitan, saber que no son los únicos, que no están solos en esa búsqueda, que es compartida con otros, conectar.

Los temas tratados son universales: amor, amistad, familia, sexo, muerte, … pero la autora tiene la brillante delicadeza de presentárnoslos desde la perspectiva de la adolescencia y de sus preocupaciones en relación con ellos: el inicio de las relaciones románticas y el despertar de la sexualidad, los conflictos con los padres, la necesidad de independencia, la conexión con los pares, las marcas que van dejando las ausencias en nuestras vidas, el duelo…

Es una novela valiente, además. Dice en la contraportada que fue finalista del Premio El Barco de Vapor 2011 de la Editorial SM (Argentina), pero no ganó, quizá entre otras razones, por tratar abiertamente el tema del aborto. La referencia es muy pequeña, pero creo que es importante no ocultar algo que está ahí, que forma parte del diálogo de nuestros jóvenes y cuya realidad no puede obviarse.

Es un libro que incita a ser compartido, para mostrar diferentes perspectivas y sentires. El hecho de que la cubierta oculte un juego tipo ¿Quién es quién?, en el que prima la personalidad frente la apariencia física ayudará, sin lugar a dudas, a que el diálogo surja, con otros y con uno mismo.

Dos cuestiones, además de las anteriores, que me han encantado: Las citas a la obra de Marguerite Duras, La vida tranquila, antes del inicio de cada parte de la novela, que marcan muy bien el tono; y las ilustraciones, directas, fuertes, que ahondan en el convencimiento de que lo que uno está leyendo es un cuaderno y, por ende, las vivencias de una adolescente real: El fondo oscuro de alguna de las páginas, las cuadrículas, el tono en blanco y negro, los dibujos casi bocetos, el uso puntual de la viñeta,… Alcanzan una comunión muy acertada con el texto, al que amplifican y resuenan. El libro no sería el mismo sin ellas.

En definitiva, un libro maravilloso editado por Barret en España en este año 2020 que, seguramente, compraré para regalar a los y las adolescentes que me rodean. Porque, definitivamente, es un regalo de libro.

Una novela juvenil que narra la búsqueda de identidad de una adolescente tratando muchos temas actuales, es muy apta para todas las edades, y necesaria para esos jóvenes que aún están buscando su yo real y su lugar en el mundo.


Lola es una adolescente que está en ese camino entre la niñez y la edad adulta, experimentado una búsqueda de si misma, de quien es ella en realidad. Se define como muchas cosas; mujer, huérfana, inmigrante, hija, amiga... y también feminista, egologista, cinéfila... y sobretodo consciente y contradictoria. Es una joven que se plantea todo, cuestiona todos sus rasgos buscando esa esencia de si misma.

Narrando situaciones del presente y pasado de Lola, encontramos una historia intensa, un viaje emocional de descubrimiento personal donde la familia, la amistad, el amor y, sobretodo, la consciencia sobre sí misma, están muy presentes. También habla de pérdida y de como la mente se adapta a ella.

Habla de las diferencias entre su Argentina natal y España y es que, aunque ella vino aquí siendo muy pequeña, quedan muchas cosas que recuerda, que compara y que la hacen dividirse una vez más. Esto va muy ligado a la relación con su familia, con su madre en especial, con quien tiene una relación algo más compleja de lo que puede parecer.

¿Quién no ha experimentado un momento así en su vida? Parece algo sencillo pero saber quien eres en realidad es de lo más complicado. Florencia del Campo consigue que empatices con ese momento de cambio y emociona con frases directas y demoledoras.

Los temas sobre los que reflexiona Lola son de gran relevancia actualmente; identidad sexual feminismo, consciencia con el mundo, futuro profesional... Puntos clave en el paso de la edad adulta, por eso es un libro tan importante para los adolescentes especialmente.

Todo este texto tan profundo viene perfectamente acompañado con las ilustraciones de María Luque. La ilustradora consigue captar la esencia del mensaje y transmitirlo con unos dibujos directos, vivos y llenos de fuerza. Parece que esta obra hubiera estado diseñada así desde el principio, texto e imagen de la mano desde el origen.

En resumen, "SOY" es un libro que habla del viaje de buscarse a uno mismo, con temas actuales y preguntas que te van a hacer pensar quién eres en realidad, acompañado de unas ilustraciones con fuerza para matizar el mensaje.

Florencia del Campo presentó esta obra bajo el título de "Soy linda" al Premio Barco de Vapor 2011 de la Editorial SM (Argentina) y quedó finalista, es posible que el hecho de tratar temas tabú y complejos le jugara una mala pasada a la hora de ser evaluado.

La Editorial Barrett se anima por primera vez con una novela juvenil y, personalmente, creo que es la mejor opción para empezar con este sector. Un libro con el texto revisado de Florencia del Campo y las maravillosas ilustraciones de María Luque, un tándem fantástico.

Han optado por una edición divertida además de bonita. La propia sobrecubierta se convierte en un juego de "¿Quién es quién?" con los personajes de la obra pero enfocados a su personalidad, no su físico. Es una gran manera de reforzar el mensaje de esta historia.

Soy nos cuenta un fragmento de la vida de Lola, situado en su transición de la vida adolescente a la adulta, con todas las inquietudes, anéctodas y reflexiones que esa etapa de cambio y búsqueda personal implican. Así, la autora, Florencia del Campo, habla sobre el amor romántico y familiar, los vínculos de amistad, el feminismo y el machismo implícito en muchos ámbitos de la sociedad, las dudas sobre la orientación sexual, … Además, la protagonista proviene de Argentina y lleva viviendo en España con su madre y hermano pequeño unos años. Por lo tanto, también reflejará algunas diferencias entre ambas culturas y países.

Para ello, la narración en primera persona alterna acontecimientos del pasado con los sucesos del presente, todos ellos acompañados con las reflexiones internas de la protagonista. La historia nos ubica en el comienzo del verano, en el que Lola pretende conseguir un trabajo para ganar dinero. Su padre falleció cuando ella era muy joven, por lo que su familia ha estado viviendo de la pensión que les dejó. Así, pues, la muerte y la pérdida también va a ser un tema presente a lo largo del libro. Contará cómo vivió esa pérdida, la cual enlaza en ocasiones con la de su último novio.

El punto fuerte de la novela es, sin dudas, la cantidad de temas actuales con peso social de los que trata. Sin embargo, ninguno de ellos tiene gran profundidad o análisis, al fin y al cabo están reflejados desde la perspectiva de una chica de dieciocho años. Esto puede ser un punto a favor, si al lector le gusta que sea ligero y deje la reflexión final para él o ella, o en contra, si se prefiere un análisis más crítico o objetivo. Personalmente, lo he visto acertado, cierto es que hay mucha confusión en el tema de la orientación sexual y que queda abierto, pero ¿acaso no sería contradictorio que estuviese claro cuando la protagonista no lo sabe y aún se está conociendo?

La lectura, que viene acompañada con ilustraciones de María Luque, se hace amena. La longitud del libro, de poco más de cien páginas, también ayuda a que sea algo ligero y fresco. En cuanto a la pluma de la autora, me ha gustado pero no encantado. Encontré algún que otro error gramatical y sintáctico, y a veces la manera de escribir saltaba entre la variedad Argentina y española, lo que me desconcentraba un poco.

En conclusión, Soy es una novela sobre la búsqueda de nuestro propio ser desde la perspectiva de una joven de dieciocho años. Trata temas muy diversos y necesarios hoy en día, todo un punto a favor. Además, la brevedad y las ilustraciones hacen la lectura muy ágil. Me he sentido identificada con alguna de las inquietudes y reflexiones de la protagonista, por lo que he empatizado mucho con ella.

Soy es la historia de Lola, en realidad no es su historia, es un fragmento muy pequeño de una parte de su adolescencia. En la que nos narra, sus sentimientos y pensamientos, haciéndonos ver qué las cosas no son tan claras como pensamos, que no es blanco o negro. Los pensamientos de la joven tiran hacia el feminismo, pero sin nunca hablar de ello directamente. También sobre la orientación sexual. Solo hay algo que no me gustó y es que se insinúan cosas, pero no te termina de decir si lo que piensas es así o no, aunque esto puede jugar con nuestra mente y como interpretamos las relaciones sociales.