Última estación

Yolanda de la Puente, la autora, nos novela un luctuoso accidente ferroviario acaecido en los primeros años de la postguerra española, silenciado por el régimen franquista. También incide en el valor de las personas y el amor sincero y puro.
Desde el comienzo de la lectura se puede apreciar las diferencias entre quienes eran parte del bando vencedor, representado con todo lujo de tópicos por un mando militar déspota y pagado de sí mismo. Mientras que en el lado contrario se encuentra otra de las protagonistas, la cual debe callar por miedo a ser depurada. En esta presentación se distingue el miedo y falta libertad que una dictadura ejerce en sus habitantes, por muy importantes y por mucho poder que tengan.
En las grandes protagonistas femeninas, Almudena y María Encina, se nos descubre el poder del amor verdadero, ese que duele y se recuerda tras su pérdida. Dificultando volver a amar con tanta pasión. Esto nos hace comprender el gran valor que tiene un sentimiento como el amor, el cual es capaz de hacer que cambiemos nuestro estado mental y la percepción de la vida en general. Así como volvernos menos racionales en momentos de tensión.
Y como todo en la vida, también tiene su versión contrapuesta, el odio. Con este sentimiento dominando nuestra visión de la vida, iremos siempre buscando el mal para los que sean víctimas de nuestra animadversión. Pero a la vez seremos o el odio nos convertirá en unas personas infelices y amargadas.
Como ya se apuntó al principio de esta reseña, la novela gira en torno al accidente ferroviario que tuvo lugar en Torre del Bierzo (León) en 1944, y que el régimen franquista quiso silenciar por todos los medios. Así, a la par que novela todo lo relativo al accidente, se centra en la vida de algunos de los supuestos implicados desde esa fecha hasta su deceso.
De la misma manera nos indica que la vida hay que vivirla cada día sin planificar el futuro pues de lo contrario seremos víctimas de la añoranza del pasado. También el deseo de venganza hace que para algunas personas la vida tenga sentido hasta su cumplimiento, momento en el que se siente un gran vacío.
En resumen, con su lectura nos daremos cuenta que la vida cambia en un instante, produciendo tanto malos como buenos recuerdos un mismo acontecimiento para una persona. Por tanto, y tras su lectura, la recomiendo a todo aquél que quiera imbuirse en una historia real y en la complejidad de las relaciones personales.