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Antes de nada, debo decir que Raquel de la Morena y yo mantenemos el contacto, y fue a través de una revista sobre el tema de la serie Outlander donde empezó nuestra relación, a partir de ahí, hice las reseñas de sus libros y por supuesto nos seguimos en redes y, puedo decir, que es una fantástica persona , además de una excelente escritora y a pesar de que yo no soy, en absoluto, seguidora de la novela romántica. No soy lectora de novela romántica, como he dicho. Y de este estilo solo he leído clásicos y bien, me he atrevido con esta novela y voy a comentar qué me he encontrado. En primer lugar en relación a lo formal, me ha parecido bien escrita, sencilla pero con un lenguaje rico, cuidado y acertado para trasladarte a su siglo, el XIX. Por otro lado, estructurada en capítulos cortos, que facilitan enormemente su lectura, un orden cronológico de principio a fin también con la misma intención. Además, la introducción de leyendas célticas y mágicas en la primera parte de la novela, hasta el capítulo 15, hacia la mitad de la obra, nos sumergen con mayor intensidad en el mundo mítico y fantástico de la isla escocesa de Skye para después, dejar paso a la historia de amor e indiferencia por la que transitan ineludiblemente nuestros personajes principales. Muy bien trabado ya que asistimos plenamente a partir de aquí, como en una segunda parte, sin interrupciones, a la poco convencional relación de nuestra pareja con la que nos movemos en un continuo tobogán emocional, que nos llevará poco a poco a sumergirnos en una conclusión no exenta de intensos y resbaladizos sentimientos hasta un final ya pleno y dichoso que se acaba con un epílogo necesario donde se condensa en breves pinceladas la consecución y finalidad de sus vidas. Una clásica estructura muy cuidada que responde a la tradición del género tratado. Ahora sigo adentrándome en la historia que se relata, en primer lugar, es muy importante hablar de la ambientación, aunque aparece Dublín en los primeros episodios, ya que la historia arranca desde esta ciudad, y como buena novela romántica con el episodio más triste que hará cambiar la vida de nuestra protagonista irlandesa. Y, a partir de aquí, será ya Escocia donde se desarrolle el verdadero nudo de esta historia. Salimos al encuentro de los maravillosos paisajes de la isla escocesa de Skye, somos transportados hacia un entorno muy apropiado para vivir y tal vez comprender el devenir de una difícil y romántica relación amorosa, en principio alejada de una reconfortante y cálida, aunque apasionada manera de amarse como la de Declan y Erin, los protagonistas. Historia y paisaje unidos para explicar aun mejor una relación de puertas que se abren y se cierran casi simultáneamente. Es notable que con breves pinceladas descriptivas, se consiga dibujar un paisaje de forma tan completa. Sobre nuestros personajes, muy bien construidos, me ha parecido muy interesante que algunos de los personajes femeninos sean independientes, fuertes y libres y lo demuestren, como Erin, la libertad y no la obediencia al hombre, es su rasgo definitorio en una época de crisis en las relaciones de pareja, por la enorme injusticia que suponía la doble moral, donde las mujeres eran elegidas sin poder de decisión. También, como mujeres propias del XIX, tenemos a Lady Aneira, Marianne, o Catriona,. Sin embargo la inteligente y despierta Nora es además diferente, un personaje secundario muy atractivo que juega un papel importante en la novela en sus relación con Erin, con la familia y con los invitados de Stormfield. Personajes secundarios plenamente definidos. El personaje masculino principal Declan O¨Connor, el highlander y protagonista, libre, seductor, vividor, pianista, contrabandista, amante y finalmente el heredero de Stormfield, enamorado y tierno que junto a Erin son los mayores productores de emociones en la novela ya que nos proporcionan todos los ingredientes de esa difícil relación de pasión y distancia hasta el final. Y no quiero dejar pasar la referencia al Quijote que tan bien conoce nuestra pareja. Emociones encontradas, celos, deseos, mentiras, indiferencia programada, secretos, romanticismo y magia. ¿Qué más se puede pedir? Y respecto al folklore celta, lo mágico, las banshees, espíritus femeninos, o hadas, mensajeras del más allá y las leyendas, una buena documentación de la autora que son ingredientes muy bien engarzados en la novela y combinan necesariamente con la época, el romanticismo, Irlanda y Escocia. Y sí, es una historia de amor en un idílico paisaje. Adelante Raquel. Durante toda la lectura de la novela, se puede percibir como una obra cinematográfica, se advierte muy claramente esta posibilidad. Adelante, dirección y producción. + Leer más |