Un invierno en Filadelfia

Esta obra de 250 páginas es una biografía sobre el gran ingeniero español Juan de la Cierva, conocido universalmente como el inventor de autogiro. Ha sido escrita por uno de sus nietos Fernando de la Cierva Bento, por lo que se ha tenido acceso a los testimonios y los recuerdos de familiares e íntimos amigos del ingeniero. Aunque podría parecer que una biografía escrita por uno de los descendientes del biografiado tuviera menos rigor y se evitaría algunos momentos difíciles de su vida, este no es el caso y se cuentan tanto los momentos positivos que fueron muchos y muy exitosos, como alguno negativo (los accidentes con los autogiros).

Los hechos los describe el narrador o los pone en forma de diálogos en los que interviene Juan y sus socios o sus compañeros de las empresas en las que trabajó. La lectura del libro es muy amena. La figura del ingeniero Juan de la Cierva, se hizo internacionalmente conocida, ya que realizó demostraciones de su autogiro en multitud de ciudades de todo el mundo. Supo realizar acuerdos con empresarios de Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania, etc para licenciar la patente del autogiro y que los diferentes modelos se construyeran en varios países.
La biografía también da unas breves descripciones técnicas de la evolución que se produjo desde los primeros modelos a los más avanzados (C-30) y como Juan, no paraba hasta lograr las mejoras que se proponía para los autogiros, realizando multitud de pruebas. El libro también no describe brevemente los principios físicos en los que se basaban sus avances, hasta llegar al mando directo. Sin embargo, dado que la familia tiene que disponer de un gran archivo fotográfico, la edición del libro mejoraría muchísimo con alguna fotografía más, ya que solo hay dos, la de la portada y en la página de la dedicatoria.
También se refleja en la obra los acontecimientos históricos de la época: las postrimerías del reinado de Alfonso XIII, la segunda República, la guerra civil española, etc. He descubierto con la lectura de la obra que el desarrollo del autogiro y su posterior explotación y mejora se realizó, sobre todo, en Reino Unido, y que Juan de la Cierva vivió durante largas temporadas lejos de su familia, en Londres. Allí, encontró los inversores adecuados a sus proyectos. Lo que también ocurrió en Estados Unidos, país que visitó al menos 4 veces, llegando a ser recibido por el presidente Hoover. Fue un adelantado a su época y si se hubiera quedado en España, sus avances habrían sido más lentos.
Soy ingeniero de profesión y siempre me ha interesado la biografía de los ingenieros españoles, pues no aparecían muchos nombres entre tantos ilustres de otros países. El ingeniero Juan de la Cierva es uno de ellos. En mi ciudad hay una calle que lleva su nombre “Ingeniero la Cierva”. Y es que Juan fue un fenómeno mediático de la época: sus exhibiciones de autogiros fueron multitudinarias, miles y miles de españoles las pudieron presenciar. Daba conferencias en multitud de universidades y sociedades científicas. Obtuvo muchos premios y reconocimientos. Tenía un buen número de seguidores, en todo el mundo. Yo creo que hay que reivindicar su figura, junto con la de otros ingenieros de la época: Leonardo Torres Quevedo, Eduardo Torroja, Emilio Herrera, Alejandro Goicoechea.
Recomiendo la lectura de esta obra, ya que refleja los principales momentos de la vida del ingeniero la Cierva, una figura importante en la ingeniería en España.

Desconozco si cuando os mencionan a Juan de la Cierva o el autogiro, sabéis de lo que os hablan, o simplemente os suena a chino. Pero para poneros un poco en situación, Juan de la Cierva fue un inventor español, nacido en Murcia, y es el inventor del autogiro, que se podría denominar como el hermano mayor del helicóptero.
Con lo cual, en esta ocasión, os traigo una biografía novelizada. Donde el autor, Fernando de la Cierva, es nieto del inventor, Juan de la Cierva. Es un genero que leo bastante poco, pero este me llamó bastante la atención, y por eso me decidí a leerlo. Y uno de los motivos es mi pasión por la aviación.
Fernando, a lo largo de la novela, nos habla de la vida de Juan, de como empezó con su afición por la aviación, a través de un simple juego, hasta su trágica muerte. Veremos que no sólo nos explican las cosas buenas de la vida de Juan, sino que también las malas. Como a la edad de 13 años, junto con sus amigos de Madrid, trabajaban en el taller, del padre de uno de estos, y fabricaban sus primeras maquetas. Cómo decidió estudiar Ingeniería de caminos. También veremos como pasó largas temporadas, a lo largo de su vida, distanciado de su familia. Y lo listo que fue, o adelantado a su época, para irse a vivir a Londres y conseguir distintos socios o inversores que le ayudaran en su proyecto.
Antes hice referencia, a que el autogiro, era el hermano mayor del helicóptero. Pero creo necesario aclarar, que en aquellos momentos ya se creaban helicópteros, pero ninguno era práctico en aquellos momentos, y gracias a los cambios y avances de Juan, en las hélices, pudieron avanzar al respecto.
Me ha gustado y he disfrutado, como Fernando, a narrado la vida de su abuelo. Pero he echado en falta, alguna fotografía o ilustración de nuestro protagonista, ya que me han parecido más bien escasas. Y aunque hay varios pies de página, que te van aclarando algunas cosas y te hace referencia a otras, me a dado la sensación que para gente que no esté acostumbrada a este tipo de novelas, se le puede hacer algo pesado. Aunque destaco que los capítulos no son muy extensos y eso facilita bastante su lectura.
Creo que Juan de la Cierva, fue un hombre bastante importante de nuestro país. Y aunque no sea un tipo de lectura que se lea de continuo, lo recomiendo para conocer a este hombre, o por lo menos conocerlo, en caso de ser un completo desconocido.

Aunque ya conocía a Juan de la Cierva y sus logros, desconocía la parte más personal y cómo fue el proceso hasta convertirse en quien fue. El libro no es una biografía como tal, sino que está novelada. Esto es un punto a favor para acercarnos a toda la creación de Juan de la Cierva, ya que posibilita que cualquier lector interesado en la figura del inventor pueda ser conocedor de ella.

El estilo de narración se me ha hecho muy entretenida, con un lenguaje sencillo y ameno, con capítulos cortos que hace que la lectura sea rápida y ligera. Se agradecen también los apuntes de pie de página para comprender algunos aspectos de la época y también que se aclaren los puntos en los que el autor se ha tomado la licencia de inventar algunos pasajes para poder armar y dar sentido a la historia.

En general es una buena lectura para quienes estén interesados en la vida del inventor y un gran homenaje de su nieto, para que se conozca mejor su figura, acercándolo desde una perspectiva apta para cualquier lector.