Reina del grito

Si hay algo que nos guste a los que amamos el terror es hablar de ello. al fin y al cabo es algo que llevo haciendo desde que descubrí aterrado como crecían los dientes de Christopher Lee mientras me miraba con aquellos ojos ensangrentados. Creo que nunca podré sentir un horror tan espantoso como durante el visionando aquellas películas de la Hammer. Los que amamos esa sensación terminamos por compartirla con los amigos, de ahí que tras lanzarme a ver una película o a leer alguno de las novelas de terror que tanto me gustan, terminas hablando con de ella con cualquiera que muestre algo de interés.
De ahí que cuando empecé a leer este Reina del grito la sensación que tenía era la de estar conversando con alguien que compartía conmigo esta peculiar afición por las historias de terror, aunque en este caso centradas en las películas. Como en cualquier charla que se precie el tiempo, y las hojas, pasaron volando y al darme cuenta de que apenas me quedaban unas veinte páginas para terminar esta obra, me di cuenta de que había magia en cada uno de sus capítulos.
Y es que la sabiduría de Desirée en cada pedacito de esta obra consigue transmitir todo el amor que uno tiempo por el género. de ahí que disfrutes con cada una de sus páginas recordando tus propios momentos vitales que pasaste escondido bajo una manta, descubriendo aquellos horrores que desde entonces formaron parte de ti.
Dicho así parece que nos encontramos con otro de esos numerosos libros que tantos amamos los aficionados al terror pero, lo sorprendente, es que esta obra va de otra cosa. Este libro habla del miedo, del profundo, terrible y paralizante miedo y de cómo puedes afrontarlo a través de las películas de terror.
Un escrito como este es toda una declaración de intenciones y una muestra quirúrgica de lo difícil que resulta enfrentarte a tus miedos, combatirlos, ser conscientes de la vulnerabilidad que te causa su presencia atenazante y, en última instancia, una ejercicio de sororidad y empoderamiento femenino ante una sociedad que asusta más que cualquiera escena truculenta de las películas que amamos. Desirée aprovecha cada uno de los capítulos del libro para exponer y afrontar todos esos miedos que han conseguido paralizarnos en algún momento. En especial a todos los que se tienen que enfrentar las mujeres por el simple hecho de serlo.
Desde el miedo a la pertenencia al grupo, a estar a la altura, a no ser aceptado o el miedo a envejecer a otro tipo de miedos mucho más específicos a los que se ha tenido que enfrentar por el hecho de ser mujer. Situaciones como la primera menstruación, las relaciones sexuales, el regreso a solas a casa o al propio embarazo forman parte de esos temores ante los que, como hombre, apenas te has parado a reflexionar. Todos esos temores van marcando tu carácter como persona y terminan por definirte. Y para hablar de ellos, la autora se aprovecha de todo un aluvión de anécdotas, de situaciones cotidianas y de vivencias en las que se ha tenido que enfrentar a cada uno de esos miedos y lo hace apoyándose en aquellas películas que, de algún modo, versan sobre el mismo tema. Sin temor a mostrar su vulnerabilidad ante todos esos episodios de su vida pero, al mismo tiempo, dando una demostración de cómo enfrentarte a ellos con humor y, como no, con una buena película de terror.
De ahí que el libro no deja obsequiarte con un mensaje optimista y positivo ante todo lo que está por llegar ya que Desirée es una de esas Reinas que llegan al final de la película. Una de esas que todos guardamos en la memoria.

Hoy vengo con un libro que no es una novela y que me ha gustado mucho. Se trata de “Reina del grito” de Desirée de Fez. Yo conocía a la autora tan solo de verla en programa de Página Dos comentando con Oscar López las adaptaciones de algunas novelas al cine. Desirée es periodista y crítica de cine, especializada en el de terror y en este libro se abre por completo al lector hablándonos de los miedos reales que ha sentido y siente en su día a día y lo hace a través del cine, que es lo que más y mejor conoce.

He disfrutado mucho esta lectura y la hubiera leído más rápido si no fuera porque cada capítulo, cada miedo y cada título me llevaban a buscar el tráiler o algún clip en concreto de las películas que iba mencionando. Algunas ya las conocía como La Profecía, Carrie, La semilla del diablo, El exorcista, The Conjuring…, y otras no, como It Follows, Trouble Every Day, Prevenge, The Final Girl…, pero en todo caso esto ha hecho que mi lectura haya sido doblemente placentera.

A cada “miedo” concreto (a la sangre, a no llegar a casa, al embarazo, a envejecer, a no resistir…) le dedica un capítulo, y estoy segura de que como yo, aunque no lo sepas expresar tan bien como ella, habrás sentido, sientes o sentirás en algún momento muchos de los miedos o temores que Desirée refleja en este libro. Te sentirás identificada con muchas de las cosas que nos cuenta y sentirás que se desnuda por completo ante el lector y seguro que pensarás como yo, que para tener tantos miedos ha sido una valiente escribiendo este fabuloso libro, que seguro en un futuro un pelín lejano todavía, ya que aún es muy pequeña, a su hija Nico le encantará leer.

Desirée de Fez, periodista y crítica cinematográfica especializada en los géneros de terror y fantástico, hace años que tiene toda mi atención. La sigo en sus críticas y en sus podcasts, y siempre he considerado que su modo de entender el cine es bastante similar al mío. En este libro, Desirée realiza una selección personal de las películas de terror que más la han impactado a lo largo de su vida, y, en un valiente giro, decide relacionar cada una de ellas con sus propios miedos e tabúes. Desde el miedo al embarazo, al propio cuerpo, a un entorno laboral predominantemente masculino, e incluso al sexo, la periodista nos abre una puerta muy íntima sin perder el sentido del humor en ningún momento.

Me encantó leer cómo ha ido cambiando su interpretación de ciertas escenas a medida que las ha ido revisionando a lo largo de los años. Una vez va adquiriendo más herramientas para combatir sus inseguridades (y más específicamente, una vez comienza a utilizar las famosas “gafas moradas”), va modificando sus juicios de valor sobre personajes, situaciones, e incluso películas enteras (como le ocurrió con “La posesión”).

El resultado es un texto honesto y sin pretensiones, que refleja su amor por estas películas que, paradójicamente, la ayudaron a ver reflejados y superar sus propios temores.

Reina del grito es un ensayo autobiográfico sobre los miedos de la autora y cómo siendo una persona extremadamente miedosa se encuentra desde joven atraída hacia el cine de terror. Va relacionando distintas películas del género con momentos de su vida.
Ha conseguido que me den ganas de ver esas películas y me he reído mucho con algunas anécdotas, prácticamente lo leí en una sola noche porque no lo podía soltar. Es muy interesante ver como el cine de terror trata muy principalmente de miedos "femeninos" y el lugar que ocupan estas mujeres en esas películas.

Pues eso, lo que más me ha sorprendido de este ensayo es el hecho de que la autora reconoce ser víctima del miedo que nos inculca la sociedad desde crías pero, no se conforma con saberlo y no actuar, sino que decide psicoanalizarse a través de sus películas de terror favoritas.

Desirée está especializada en el género de terror y participa activamente en el Festival de Sitges pero, además, es mujer-profesional…qué digo, es mujer-profesional-delcinedeterror que comenzó cuando el terreno estaba limitado a un campo de nabos.

Como CONTRA puedo decir que hay infinidad de spoilers porque las comenta en profundidad. Como PRO deciros que, al tener un índice e ir por partes (cada película por capítulo), podéis ir viendo las producciones poco a poco conforme váis leyéndolo y así os obligais a ver OBRAS MAESTRAS TOTALES Y ABSOLUTAS (sí, una aquí es fan del género desde que tiene uso de razón).

La autora nos trae mucha coña, un estilo directo, verdadera pasión por el cine y mucha tela que cortar con respecto a los micromachismos que nos rodean en el día a día.

Si queremos corregir no podemos esperar a que las futuras generaciones actúen.

El cambio debe empezar ahora y si tenemos que tirar unos cimientos ruinosos, pues los tiramos y no pasa nada.