 |
Las primeras páginas son una amplia descripción de Saumur, un pueblo de Francia, y la casa en la que vive Grandet; que, pese a ser rico, se encuentra un estado deplorable. Y es que él es un hombre avaro al que sólo le interesa contemplar su propio oro y evitar el malgasto. Es tan terriblemente tacaño que acaba condenando a su mujer e hija a una condición de vida que no corresponde a su status social y, por consiguiente, se convierten en seres humildes que carecen de la avaricia de Grandet. La historia se centra en su hija, Eugenia, y todo lo que desencadena el amor que siente por su primo Carlos.Para no ahondar en detalles, diré que se trató de una historia realista que supo reflejar la sociedad de Francia del siglo XIX. al leer, era muy fácil imaginarse la época, el pueblo, la gente, las costumbres. La historia en sí era realista y tuvo un final acorde a ello. Fue entretenido de leer, pero ese final no terminó de satisfacerme del todo. No estoy segura de la razón; quizás porque me pareció que Eugenia se merecía algo mejor, una especie de recompensa por su buen carácter (e ingenuidad, también). Pero, como mencioné anteriormente, es realista, así que no podía esperar un "y vivió feliz por siempre" (aunque fue un final algo abierto y quizás sí pudo serlo, quién sabe).Me gustó, pero sólo lo justo. |
>
